MADRID 8 de Diciembre 2012
Hemos ido comentando el Certamen en las redes desde el jueves.
El sábado agradable café en Matadero, con Margaret Jova, directora del XXI Certamen de Coreografía Danza Española y Flamenco.
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| Margaret Jova y Malena Mayayo |
¿Qué aporta Matadero al Certamen?
El Matadero es el espacio de la nueva creación contemporánea de Madrid.
El Certamen ha apostado por esto desde su inicio, es su objetivo principal, el fomentar la creación artística.
Lo que no es bueno, son tantos cambios. Estuvimos 17 años en el Teatro Albéniz, un año en Teatro del Canal, y posteriormente en el Centro Cultural Fernán Gómez durante dos años.
El actual responsable del Ayuntamiento de Artes Escénicas decidió que el espacio para la danza debía ser el Matadero.
Mirando para atrás, el Albéniz era un espacio magnífico, con sus deficiencias técnicas, pero tenía magia y mucha solera.
Fernán Gómez tenía la comodidad de ser muy céntrico, pero tenía también sus problemas técnicos. El escenario no era muy bueno para la danza, aunque el equipo técnico era de una calidad humana estupenda.
En Matadero estamos encantados, está mucho más dotado técnicamente con buena visibilidad, es un entorno ideal.
Cuéntanos la relación del Certamen con estamentos públicos.
El Certamen es un proyecto que no se puede auto financiar, no puede existir sin apoyos públicos. Casi desde su inicio hemos conseguido el apoyo de las tres instituciones fundamentales; Ministerio de Cultura INAEM, Área de las Artes del Ayuntamiento de Madrid y Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid.
Nos han dado apoyo, con algunas oscilaciones, aunque desde hace dos años empezaron los recortes.
Se han sumado aportaciones pequeñas puntales para sufragar premios específicos.
La Fundación SGAE, para el Premio de música original para danza y la Fundación AISGE Artistas e Intérpretes, para el Premio al bailarín sobresaliente.
Para esta edición, el Ayuntamiento ha limitado su apoyo a la cesión del teatro, apoyo muy importante, pero su aporte económico ha quedado a cero. Uno de los motivos de la reducción de los premios ofrecidos.
Los mejores y peores momentos de vida del Certamen...
Momentos mejores, cada año la entrega de los premios.
Es el momento mágico, convives y te identificas cercanamente con los creadores y bailarines, y lo disfrutas muchísimo, es una experiencia muy intensa.
Momentos crisis, han habido, pero con la experiencia, uno se da cuenta que no se puede tirar la toalla, si hemos llegado hasta aquí es por el empeño año tras año, no nos damos por vencidos.
Tenemos el 50% de presupuesto de hace dos años. Si nos siguen recortando tendremos que buscar la fórmula de sacarlo adelante.
El certamen es el escaparate para nuevas ideas, para bailarines, coreógrafos, músicos. También se ha convertido en el espacio para la creación musical.
Muchos de los músicos flamencos no trabajarían si no fuera por el baile, la danza flamenca genera trabajo.
¿Ha influido el Certamen en la danza española?
Servimos a una afición, 21 años de certamen y 26 el de danza contemporánea, creo que han ocupado una posición fundamental, se han convertido en eje de muchas cosas dentro de la danza.
En el nuestro, el de Danza Española y Flamenco, no es que lo diga yo, he escuchado a artistas decirlo, es un motor que ha impulsado a muchos creadores nuevos o jóvenes a dar el paso, lanzarse, sin el reto de montar toda la producción.
Participan en el Certamen cuando están en ese momento de tu carrera que han empezado a crear coreografías para buscar la consagración definitiva. Vienen al certamen con intención de ganar! El jurado, compañeros de la profesión y el público les otorgan ese reconocimiento. Es un sello de garantía de calidad.
¿Cómo te sientes cuando se van incorporando al jurado, bailarines premiados en ediciones anteriores?
Muchísima satisfacción personal. Este año por ejemplo, Antonio Najarro - Presidente del Jurado , fue segundo premio en 1996, y primer premio en 1999, un premio muy sonado, con una coreografía espectacular.
Ha estado como compañía invitada un par de veces y es su tercer año como jurado. Esto ha ocurrido con más bailarines y forma parte del ciclo de la vida del artista.
¿Crees que hay un respeto mayor fuera de España que en España?
Como sabéis soy de origen norteamericano, llevo más de 30 años aquí, casada con un español, mis hijas son españolas, pero uno siempre es extranjero. Vine a España con la idea de pasar un año aquí y me quede.
Respondiendo a tu pregunta, creo que sí, hay más respeto y apreciación fuera.
Aquí el flamenco se mezcla con otros temas y esta vinculado en el subconsciente de los españoles a los gitanos, barrios humildes y cultura popular. No se considera una cultura con mayúsculas, sino un arte menor.
No es la cara que España, principalmente, quiere mostrar fuera.
He llevado proyectos flamencos fuera y he buscado apoyo de embajadas de España en EEUU y en Moscú. Antes había bastante resistencia, no era lo que ellos querían mostrar.
Esto ha cambiado mucho, sigue cambiando y más que tiene que cambiar.
Hay productos de calidad, de mayor y menor calidad, hay de todo, como es natural.
Yo siempre uso el símil, para la gente que no conoce mucho el flamenco aquí en España, del Jazz.
Arte que surge en EEUU con los 'blues' de los negros, al principio música sencilla solo con guitarra y cante, y fue incorporando más instrumentos, ganando complejidad musical, percusión. Ahora es un estilo cultural.
Lo mismo ha pasado con el Flamenco.
Está la esencia, el flamenco básico compuesto de cantaor y percusión de nudillo, o cantaor y guitarra, y luego están Paco de Lucía, Riqueni o Vicente Amigo, compositores de músicas de enorme complejidad.
Hoy en día el baile es muchísimo más técnico y es de enorme complejidad manejar el ritmo, las percusión con los pies y a la vez tener ese aire y estética en los movimientos.
Eso no se adquiere en una Cueva del Sacromonte, requiere mucha escuela para formarse y alguna juerga que otra para soltarse.
Malena Mayayo
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